Ya en formato Memorias de una Erasmus paso a relataros mi experiencia por tierras austriacas.
Dicen de Viena que fue y es una de las principales capitales mundiales de la música (Beethoven y Mozart vivieron allí muchos años y actuaron continuamente tras las paredes barrocas de óperas y salas de conciertos) y que es la ciudad con mayor calidad de vida del mundo junto con Vancouver en Canadá.
El imponente Palacio de Belvedere.
Viena (Bécs en húngaro, Wien en alemán) tiene 1.670.000 habitantes (10ª de Europa), tan sólo 20.000 menos que Budapest. El área metropolitana posee 2.3 millones de habitantes.
Fue un viaje al que sólo fuimos dos personas (Rubén y yo). Mucha gente ya había estado allí o querían dejar ese destino para cuando hiciese mejor tiempo, ya que nos enfrentábamos a temperaturas de entre -3 y 5ºC (ná eh ná!). De hecho Viena se encuentra a unos 260km de Budapest.
A Viena le dimos dos noches (desde sábado mañana hasta lunes mañana).
Nada más salir de casa y cuando estaba en el tranvía para ir a la estacfión de tren, primera cagada, tachaaaaann!!, se me ha olvidado la cámara de fotos.
Esto es lo más suave que pensé en el tranvía…
Esto tengo que reconocer que me enturbió un poco el viaje, porque ya... no se... el viaje pierde algo importante.
El tren en el que viajamos era procedente de Bucarest (Rumanía) con final en Viena y se formaba por vagones austríacos ÖBB, húngaros MÁV y rumanos CFR. Al final había solo sitio en el rumano y el olor era bastante bastante malo así que lo mejor que pude hacer era dormir y olvidarme de la olorcilla y de la cagada de la cámara. Eso hizo que el trayecto se me hiciese más o menos corto. A media mañana llegamos a Viena a la estación principal de Westbanhof, que tenía una pinta más que dudosa para tratarse de Viena. A poco tiempo nos vamos al hostel para ir dejando los bártulos. Costó 17 euros y era de los baratos en Viena, récord absoluto de la erasmus (lo normal suele ser unos 10 euros de media... o menos). El hostel, por lo general era bastante normalito aunque incluía desayuno.
Ruben y yo confiamos a la guía Viena en 72 horas de la página de turismo de Viena. Aprovechamos que éramos pocos (!!?) para ir bastante deprisa, sin entretenernos mucho. Hasta que a las 14.00 del mismo día que llegábamos nos planteamos... bueno y ahora qué hacemos con esta guía? qué nos queda? porque claro nosotros no nos tomábamos un café a media mañana ni nada de eso para "descansar..." si eso le echáis un vistacillo a la guía dándole al enlace. Fuimos tan aprisa que nos sobró tiempo para ver más cosas que no suelen salir en estos escritos.
Lo primero que vimos fue el Teatro Nacional (Volkstheater), el Ayuntamiento (Rathaus) en donde había un montón de niños "endemoniaos" patinando sobre hielo, el Parlamento (Parlamentsgebäude), el edificio principal de la Universidad de Viena (Universität Wien), la Iglesia Votivkirche hasta darle una vuelta alrededor del centro histórico... Todo en plan muy oohh!. Retrocedimos hasta Volkstheater con un tram que le daba la vuelta al centro y continuamos con dos edificios calcados que eran el Museo de Historia del Arte Kunsthistorisches Museum (ohh!) y el Museo Naturhistoriches (ohh!). Así hasta llegar al palacio de Hofburg y todos sus alrededores, en donde también se encuentra la famosa escuela de equitación española (Spanische Hofreitschule) (ohh!), todo rodeados de jardines sin una colilla por los suelos o algo que pueda quitarle glamour al asunto (ohh!). Hasta los precios son glamourosos, tanto que para entrar a casi cualquier sitio, los 8-10 euros, si no más... no te los quita nadie (ohh!), y todo muy ohh!, bel.lísssimo.
Ahora fuera de coña, la verdad es que los palacios y monumentos son realmente impresionantes y casi todo estaba muy restaurado. Todo parecía nuevo, el césped, las aceras, las luces, todo ohh!. Os dejo con las imágenes.
El Ayuntamiento (Rathaus) con su pista de patinaje. Sin duda el edificio antiguo que más me gustó de Viena.
En primer plano el edificio del Parlamento. Abajo a la izquierda Hofburgtheater. A la izquierda edificios cercanos al Volkstheater.
Naturhistorisches Museum.
Distintas vistas del Palacio Imperial de Hofburg, sin duda de los mejores lugares de la ciudad.
Escuela de Equitación Española en pleno Palacio de Hofburg.
Seguimos después por las calles de compras Kärntner strasse y Graben. Era la zona típica donde estaban las principales tiendas de moda, Gucci, Versace (ohh!) y cómo no Zara se reservaba el mejor edificio muy cerca de la catedral de San Esteban, que estaba siendo restaurada pero solo una parte. Esta catedral era realmente impresionante.
Más tarde nos fuimos a dar una vuelta por Schottenring, que era la parte más pegada al canal del Danubio (en realidad el Danubio lo tienen por allá arriba apartao de la mano de dios, cosa que NO me acabó de convencer en absoluto). El paisaje era muy bonito, pero no estaba tan conseguido como el de Praga o el de Budapest y los puentes eran todos o casi todos meros tableros con asfalto, que no digo que alguno no sea bonito, pero ninguno era el puente de Charles como en Praga o Cadenas en Budapest. Tenían más belleza los edificios colindantes, sobretodo los nuevos. Uno muy curioso era el de la casa de Hungría.
En primer plano Edificio de la Ópera de Viena en donde todos los años se celebra el famoso concierto de año nuevo. Al igual que otras ciudades de Europa Central el problema de los cables aéreos afea las vistas. Abajo a la derecha Duëwag E más conocido como Wiener Tram a secas aunque se dejan ver en otras muchas ciudades de Europa. Tienen mucho encanto. A la izquierda calle comercial de Viena abarrotada de gente y tiendas caras.
La imponente catedral de San Esteban. Zara se apoderó de un edificio muy cercano a ella. La torre es enorme. Un Lamborghini Murciélago iba tocando las narices por allí todo el rato dando acelerones y haciendo ruido pero siempre daba vueltas por el mismo sitio…
Inmediaciones del canal del Danubio. No acabó de convencerme el apaño este del Danubio y lo mejor eran los edificios vanguardistas de las orillas como la Casa de Hungría (abajo a la izquierda el edifico rojo) o la base del Uniqatower (abajo derecha).
El paseo por el canal nos llevó casi toda la tarde. Después visitamos unos curiosos edificios que se llamaban algo así como Hundertwasser con un estilo a lo Antonio Gaudí bastante interesante.
Después de esto allá a las 21 nos metimos en un McDonalds para ahorrar un poco... y de paso darse un gusto (éramos máquinas de devorar cheeseburguers). Una vez dado un descansito en el hostel nos fuimos dispuestos a salir por la noche vienesa, que no se presentaba muy movidita desde luego... empezamos a preguntar por sitios, y nos recomendaron una zona de pafetos que no pintaba mal pero estaba un poco apagada para ser un sábado. Rubén quería algo más grande y nos recomendaron un sitio cerca del canal del Danubio, en una de las laderas (y si a eso le da por llover??). Una macrodiscoteca que se llamaba "Flash" de la que se decía que era de música house y dance. 10 ñapos (lo de los 10 euros por todo es un estándar en Viena...). Una discoteca de tamaño medio con música a "to pijo", y muy estridente, rallando el hardcore (quién dijo house o dance?¿¿), to loko tioo, vamos en ese plan. Sin embargo la gente era "normal", simplemente allí gusta esa música y ya está, o eso me decían unas chicas que conocí por allí... También había bastante gente española o gente que directamente sabía hablar español, así que me puse a hablar con gente (desistí bailar aquelloo...) Total que se nos hicieron las 6 de la mañana y luego volver al hostel... sin metro porque no funcionaba a esas horas todavía... ¿?¿
Al día siguiente tras la noche loca (XD) nos levantamos a las mil (o más) y ya habíamos visto lo más importante de Viena (bueno quedaba el palacio Schonbrunn...). Así que nos fuimos a exarle un vistazo allá donde la selección española ganó la eurocopa, al estadio Ernst Happel. Un estadio que por fuera no era para tirar cohetes, pero los jardines de alrededor merecían la pena... aunque no había ni dios (domingo por la mañana en Viena...). En todas las puertas del estadio habían como imágenes de momentos importantes vividos en el estadio, y cómo no las últimas imágenes eran de Xavi y de Íker Casillas levantando la Eurocopa. Mereció la pena ir a la otra punta de Viena para ver el estadio. Además iba directamente el U-Bahn (el metro tal y como se llama en los países germánicos). Metro que por cierto es muy bonito y limpio. Da gusto viajar en él y el silbido de los trenes es muy agradable y curioso, sobretodo al arrancar y frenar, prácticamente música celestial. Además es muy extenso y puedes ir a cualquier parte con él. Lo malo...un billete sencillo cuesta 1.7 euros...
El metro de Viena es una gran virtud de la ciudad y con estaciones muy logradas: estación de Volkstheater.
Estadio Ernst Happel rodeado de vanguardistas jardines y muy cerca del Danubio. La foto del cartel de abajo no podía faltar :)
Tras la visita al Ernst Happel volvimos al metro y a unas pocas paradas fuimos a la orilla del Danubio al norte de la ciudad para visitar el Vienna International Center. El VIC es un centro internacional de negocios muy importante, ya que allí se encuentran sedes de la OPEC, de la ONU o del organismo internacional de la energía nuclear. Además es el típico lugar donde se celebran importantes cumbres internacionales. Viena sí tiene skyline de rascacielos y son los que se encuentran en el VIC los que le dan forma. Algunos de los rascacielos son realmente bonitos. Más info sobre este asunto aquí. Mereció la pena visitar este lugar.
Complejo financiero Vienna International Center. Este megacentro financiero alberga rascacielos de oficinas realmente bonitos. Los que más destacan son los de la ONU (abajo a la derecha) para la Comisión Internacional de la Energía Nuclear.
Punto débil de la ciudad: aspecto del Danubio (auténtico) por Viena desde el Viena International Center. Abajo a la izquierda torre de telecomunicaciones Donauturm (252 metros). A la derecha rascacielos Millenium Tower.
Karlskirche.
Allá lo menos, a las 7 de la tarde nuestro estómago se manifestaba ya mucho, así que decidimos comer un poco, yo encontré un kebab, adivinad el final. Yo enganchao a un kebab de 4 euros (toma yaaaaaaaaa) que por lo menos estaba muy bueno y el tío era muy simpático, aunque el garito tenía más merda qel pal un galliner!
Tras complacer al estómago después de récord de horas sin comer (lo primero es lo primero que es ver cosas!) fuimos al palacio de Belvedere perdiéndonos antes por un jardín botánico bastante logrado (tenía hasta cañas de bambú) y todo tipo de especies, así en plan Huerto del Cura de Elche. Así que entramos a los jardines por detrás. Era absolutamente impresionante y es uno de los iconos de la ciudad, el palacio con los jardines. Lástima que estuviese todo cubierto de nieve o con el césped muy congelado. Ah y se me olvidaba, más de 10 euros para entrar al palacio.
El palacio de Belvedere con sus enormes jardines. Abajo a la izquierda y muy cerca del palacio monumentos al soldado ruso. A la derecha skyline de la ciudad desde el palacio de Belvedere destacando la catedral de San Esteban.
Tras esto enseguida nos fuimos a comer y se nos hizo ya de noche (algo así como a las 4 de la tarde) y nos faltaba por ver el Schonbrunn, así es que fuimos para allá directamente pero cuando llegamos un amabilísimo segurata nos dijo, a la p.. calle!, total que lo tuvimos que ver con la reja puesta. Así que nos piramos prontito para la zona del hostel para darnos una vuelta otra vez por el centro para verlo todo de noche, algo que también mereció bastante la pena, aun sabiendo que era domingo y no había ni dios por la calle. Y fin de la historia en Viena
Palacio de Schonbrunn justito antes de cerrar.
Volvimos a visitar todo el centro de la ciudad de noche para poner punto y final al viaje. En primer plano el impresionante Rathaus, abajo izquierda la ópera y a la derecha el Palacio Imperial de Hofburg.
Una interesante ciudad, muy europea, con cierto sabor a Alemania, muy limpia y elegante que mereció muchísimo la pena visitar. Quizá no la haya visto del todo del todo porque he estado poco tiempo pero creo que los monumentos se parecen entre sí y son la mayoría en plan palacio y jardín todo de cuento de hadas. Por supuesto habrá quien vea esto como una ventaja a su favor y admire la limpieza y la tranquilidad de la ciudad. Me ha faltado tomarme un café vienés!
En resumen:
Lo mejor: Limpieza de las calles, transporte, los palacios son realmente espectaculares. Arquitectura. Vienna International Center
Lo peor: Precio elevado con respecto a los países colindantes, cuando la visité no había mucha gente por las calles. Danubio muy abandonado
