Las horas en el autobús de aquel jueves pasaban solas, increíbles paisajes que nos daban los Alpes Dináricos, buen rollo entre nosotros y sin apenas ambiente extraño en el autobús. Yo siempre pensaba que estábamos a punto de llegar pero cuando le echaba un ojo al plano que llevaba me daba cuenta que habíamos avanzado algo así como un centímetro... Cuando ya cayó la noche y tras pasar por la ciudad de Pale, se vislumbraban las primeras luces de Sarajevo. La primera vista impresiona. Y es que Sarajevo tiene planta, principalmente porque está situada en una hondonada y para acceder a ella hay que descender a un valle. Sin embargo el skyline de Sarajevo, desde lejos es muy "tecnológico" con el World Trade Center, Avaz Twist Tower y Parlamento en primer plano. Pronto esa visión, de una ciudad moderna y avanzada se va desvaneciendo conforme vamos viendo los numerosos cementerios de la ciudad.

Entre “techno” y macabro. Skyline de Sarajevo

Tras unas 7 horas de autobús llegamos a la parte de Sarajevo del Este (parte serbobosnia). Para pasar a la otra parte (parte bosnia) o Sarajevo "a secas" optamos por un taxi con el que antes negociamos el precio.

Las primeras impresiones de la ciudad fueron un poco raras. Era una noche fría, sin mucha gente por la calle y a simple vista era una ciudad muy extraña. Sin embargo las calles de Sarajevo parecían estar con la boca cerrada ante al barbarie allí vivida. Por cierto, a simple vista, ni rastro de la guerra. Pronto nos llamarían la atención los minaretes de las innumerables mezquitas que tiene la ciudad.

Me sorprendió el hostel que estaba muy pegado al río Miljacka y en una zona muy céntrica. Se llamaba HCC Sarajevo. El portal no parecía nada del otro mundo y estaba en un 3er o 4o piso sin ascensor pero me encontré con el que hasta ahora ha sido el mejor hostel que he visitado. Por 10 euros tienes una casa de "gran hermano" en pleno centro de Sarajevo. Muy grande, muy acogedor, las habitaciones muy amplias y muy limpio todo. Había salones de estar y cocinas muy grandes. Era casi como un hotel. La verdad es que este hostel nos hizo mucho más agradable la visita a Sarajevo. Quién lo iba a decir... Además tenía mucha información sobre Sarajevo y los lugares de alrededor.

El hostel HCC era enorme y estaba muy limpio y bien cuidado, sin duda el mejor hostel.

Después de instalarnos en el hostel nos pusimos a dar nuestros primeros pasos por esta ciudad. Sencillamente impresionante. En medio de la ciudad había un barrio turco (barrio de Baščaršija ) muy pintoresco, muy limpio y con muchas casetas que vendían souvenirs y productos típicos. Esta zona estaba salpicada por varias mezquitas. El ambiente era muy tranquilo e invitaba a pasear, pero el estómago nos decía aquí estoy yo y fuimos directos a lo primero que encontrásemos, pero de cabeza!!!! Nos topamos sin mucha dificultad con el plato típico de la zona llamado Ćevapi. Una especie de pan de pita petadísimo de carne de cerdo por dentro, con una guarnición de cebolla y y una crema que se llamaba kajmak (ruaro ruaro ruaro...). A mi personalmente no me acabó de convencer, demasiado grasiento y fuerte (la cebolla estaba cruda... exando un aroma después... "desos guapos"). Después pudimos probar algunos dulces típicos para acabar de apañar el estómago. Algunos estaban muy buenos y otros eran realmente asquerosos, pero asquerosos de verdad. Algunos parecían serrín o tierra de un parque.

La que para mí es la mejor parte de Sarajevo, barrio de Baščaršija.

Varias vistas del barrio turco. Abajo a la derecha cerveza local Sarajevska Pivara.

Pronto nos fuimos a dormir porque al día siguiente nos íbamos a Mostar de visita de un día. Esta visita os la comentaré en una entrada por separado. Sarajevo la veríamos al siguiente día.

Así al día siguiente fuimos a Mostar para después regresar a Sarajevo en el mismo día por la noche. Nada más volver a Sarajevo nos duchamos y nos preparamos para dar una vueltecilla por la ciudad para ver qué tal estaba el ambiente aprovechando que era sábado noche. El ambiente en los pubs era realmente bueno y la gente iba muy arreglada. La sensación de normalidad era total.

Por la noche fuimos a tomar unas copas a un garito que se llamaba City Pub. Había muy bien ambiente. Abajo a la izquierda Ana, Alberto, Rubén y Michael. Al salir (derecha) nos vimos con esto (!!??)

Es difícil explicar lo que pude sentir al caminar por aquellas calles a la mañana siguiente. Unas calles que respiraban aires de resurgir de las cenizas. Nada más empezar el día diseñamos una ruta por los principales sitios de la ciudad que tampoco eran muy numerosos. Pronto los recuerdos de la guerra, van apareciendo. De hecho nuestra primera parada fue una colina situada en el sureste de la ciudad, desde donde se apreciaban unas increíbles vistas de la ciudad. Sin embargo aquellas vistas estaban salpicadas de lápidas pertenecientes a los innumerables cementerios que rodean la ciudad. Era de suponer que estos cementerios deben su tamaño al sitio de Sarajevo. El paisaje era una mezcla entre bello y violento al mismo tiempo.

Vista de día de Sarajevo, las montañas que rodean la ciudad se han aprovechado para alojar a los muertos por el sitio de Sarajevo.

Al bajar nos topamos de frente con la embajada española, que estaba en una posición bastante elevada y separada de todas las demás. También nos cruzamos con la fábrica de la cerveza (agua chirri) "Sarajevska Pivara". La bollería, al igual que en Serbia era muy barata. Tras bajar de las colinas nos hicimos una pequeña ruta por las laderas del río Miljacka. En algún momento nos desviamos un poco para visitar la catedral serbia, bastante imponente e interesante.

Embajada española en Sarajevo

Me di cuenta que encontrar fruta española en cualquier parte de Europa no es nada difícil (izqda.) A la derecha, fábrica de cerveza Sarajevska Pivara, que por cierto estaba muy cerca de la embajada española…

Cara y cruz del recuerdo. A la derecha varias placas dedicadas a difuntos en la guerra. A la izquierda trolebús que parece donado de Alemania rodeado de gente bien puesta y sin rastro de la guerra en los edificios. En Sarajevo para ver rastros de la guerra “hay que buscarlos”

Tatra T3, todo un clásico de la Europa del Este, hasta 13.000 unidades de este modelo (y sus variantes ancha”T4” y articulada “K2” como los de las imágenes) se fabricaron desde la República Checa para ciudades como Varsovia, Moscú, Bratislava, Belgrado, Praga o Kiev. Estos mismos tranvías se usaron lamentablemente como barricadas durante el sitio de Sarajevo bloqueando calles y avenidas y los que quedaron operativos fueron objetivo de francotiradores y atentados.

La ayuda extranjera se deja notar también en el transporte. A la izquierda autobús donado por Japón. A la derecha placa del Ayto. de Barcelona, no conseguí averiguar qué era porque como podéis ver la placa está en bosnio.

En Sarajevo hay templos de todo tipo de religiones. En primer plano, una de tantas mezquitas. Abajo izquierda, catedral ortodoxa y abajo derecha, catedral cristiana.

Pasado y presente. Dos jóvenes caminan junto a una de las numerosas pintadas que claman por no olvidar la matanza de Srebrenica.

A la izquierda, un grupo de gente de la tercera edad juega a un ajedrez gigante en un céntrico parque llamado plaza de la libertad. Junto a este (izquierda) un edificio conocido como Army Hall lleno de agujeros de disparos y metralla.

Vista de la Academia de las Artes junto al río Miljacka y, al fondo, Parlamento de Bosnia Herzegovina.

Edificio principal de la Universidad de Sarajevo en la ladera del Miljacka.

Complejo olímpico de Sarajevo ‘84. En el año 1984 se celebraron aquí los Juegos Olímpicos de Invierno.

Sin embargo lo más "crudo" fue visitar la llamada Snipper Alley o Avenida de los francotiradores (llamada corrientemente Marsala Tita). Era en esa avenida en donde se albergaban los francotiradores que atemorizaban a la población civil, ejecutando sin más a miles de inocentes entre ellos mujeres y niños. En esta avenida encontramos el Parlamento, el centro financiero UNITIC WTC, y el Hotel Holiday Inn donde se alojaba la prensa durante el conflicto. Todos estos edificios están reconstruidos. Este lugar daba una extraña sensación, era realmente esperanzador ver todo aquello tan reconstruido y tan nuevo sabiendo lo que había ocurrido escasos 15 años, y quería ser consciente de ello. Era imposible no quedarse "pillado" pensando que estabas en el epicentro de lo más cruel que un ser humano pueda llegar a ser. Una sensación única y que jamás se olvida...

Edificio del Parlamento antes y después. Fue objeto de numerosos incendios y ataques.

Centro de Negocios UNITIC World Trade Center, antes y después. Estas torres estaban plagadas de francotiradores que veían en ellas un buen punto para disparar.

Hotel Holiday Inn, antes y después. En él se albergaban los periodistas durante el conflicto.

El Hotel Holiday Inn junto al Centro de Negocios UNITIC en plena avenida Maršala Tita, más conocida antaño como Avenida de los francotiradores.

Algunos nombres que quedaron en mi memoria de telediarios aparecían en paneles informativos como Tuzla o Mostar.

Desde aquella avenida se podía vislumbrar un imponente y bello rascacielos llamado Avaz Twist Tower, y uno de los edificios más bonitos que haya podido ver en toda mi erasmus. Avaz es un periódico nacional de Bosnia Herzegovina. Este coloso mide 142 metros de altura. Con el Parlamento, UNITIC, y el Avaz twist tower, y los minaretes de las innumerables mezquitas, Sarajevo tiene un interesante y peculiar skyline de rascacielos. Más sobre esto en: http://skyscraperpage.com/diagrams/?searchID=42458562

Rascacielos Avaz Twist Tower de Sarajevo. Hoy por hoy es el edificio más alto de Sarajevo y el más alto de los Balcanes. Mide 142 metros (172 metros con la antena), es del 2008 y es, aunque no he visto muchos, uno de los rascacielos más bonitos que he visto nunca.

Alberto haciendo el cabra por un parque de Sarajevo. Una de las mejores cosas de Sarajevo son los fuertes contrastes que se pueden encontrar en ella. En la imagen queda claro: minaretes de una mezquita junto al UNITIC World Trade Center.

El millor cotxe del món també a Sarajevo!!. Aquí sí es Cónsum!!!

Algunas calles comerciales de Sarajevo, como esta llamada Calle Titova (en primer plano). Como podéis ver la gente viste muy normal (de oscuro porque era invierno) y había gente a pesar de ser domingo. Aunque no lo parezca también había tráfico pero todos los semáforos pillaron en rojo… Sin embargo Bosnia no oculta su proximidad al mundo islámico, abajo a la izqda llamamientos a una manifestación propalestina en la misma calle. Abajo a la izquierda Banco Central de Bosnia Herzegovina. La moneda utilizada en Bosnia es el marco convertible o BAM. Sarajevo era una ciudad bastante barata, aunque tampoco para tirar cohetes.

El fuego eterno. Esta llama que nunca es apagada representa la memoria de toda la gente que perdió la vida en la Segunda Guerra Mundial. Hoy por hoy es uno de los símbolos de Sarajevo

Total normalidad. Las principales tiendas de moda están ya instaladas en Sarajevo.

Tras la visita a esta avenida callejeamos un poco por las calles comerciales del centro de Sarajevo. Había, como en todas las capitales europeas con todas las tiendas típicas es decir, C&A ,Springfield, Mango, H&M, etc. Había mucha gente en la calle y estaba todo muy animado, tanto que costaba creer lo que allí sucedió. De vez en cuando nos encontrábamos con alguna lápida que nos volvía a recordar lo allí vivido.

Después de entrar a un café cayó la noche y retomamos la ruta marcha atrás otra vez por las laderas del río, redescubriendo nuevos lugares pero de noche. Sarajevo es una de esas ciudades que gana puntos de noche.

No es raro encontrarte con niños jugando en un parque al lado de esto.

Aspecto del Río Miljacka y alrededores de noche

En primer plano, misma imagen de Academia de Artes y Parlamento de noche. Abajo a la derecha embajada de Irán. El edificio estaba demasiado iluminado, no encajaba bien y transmitía algo raro. Abajo a la izquierda Biblioteca Nacional que fue incendiada durante el Sitio de Sarajevo perdiéndose documentos irrecuperables. Es de estilo mudéjar y se está reconstruyendo con ayuda española.

Barrio turco de Baščaršija de noche, insisto en que esto es de lo mejor de la ciudad. En primer plano la torre del agua. Abajo a ambos lados calles típicas de este barrio musulmán. El ambiente es único. No había gente porque era domingo por la noche y bastante tarde…

Para terminar con la visita volvimos a la colina desde donde habíamos empezado la ruta, para comprobar las impresionantes vistas de una ciudad para no olvidar. Es una ciudad sin duda para volver, y que creo y espero que le depare un futuro mucho mejor al que tiene hoy en día. Sin duda lo lograrán.

Algunas de las imágenes tomadas desde la parte alta de la ciudad. Quitar de la imagen las lápidas, una tarea casi imposible.

Tengo que decir que esta ciudad es de las que más me han gustado de toda mi erasmus. Se dice que es uno de las capitales más bellas de Europa y opino lo mismo. Estoy seguro que en unos 10 cuando la guerra sea solo un recuerdo esta ciudad tendrá mucho que decir. Ahora mismo escuchar Sarajevo significa poner en nuestra mente imágenes del parlamento en llamas o edificios derruidos pero hoy mismo Sarajevo es una ciudad totalmente segura para visitar. La guerra terminó hace mucho tiempo y si no la lías parda no va a pasar nada (como en cualquier sitio). De hecho a toda persona que se vaya de Erasmus a países como Hungría en mi caso o República Checa, Austria, Rumanía, Eslovaquia e incluso Italia, le recomendaría que visitara los Balcanes.

Sarajevo está en el podio... Quizá algún día vuelva...